Plasencia está rodeada de las comarcas naturales más bellas del Sistema Central español, todas ellas de inexcusable visita. No os podéis perder (a menos de una hora), el paisaje de la Extremadura verde: montañas, bosques, gargantas y cascadas. La Reserva Natural Garganta de los Infiernos en el Jerte o El Real Monasterio de Yuste y Garganta la Olla en La Vera. El Castañar y barrio judío de Hervás, la ciudad romana de Cáparra, o el bosque y dehesas del Parque Nacional de Monfragüe.

Atrévete a romper con el cliché y el tópico, viaja por los extremos del Duero (nada de Extrema y Dura…) y sorpréndete: tierra de conquistadores, de castillos y monasterios, de dehesas y montañas, de sinuosas calles medievales y juderías, de majestuosas mansiones y palacios, de vetustas catedrales, de valles y gargantas, de sugestivos senderos y rutas, de cimas nevadas, de cortados y rapaces, de embalses navegables, de vistosas fiestas y tradiciones seculares, de murallas y aljibes, de delicias culinarias…